domingo, 16 de diciembre de 2012


Energía de Biomasa
Las plantas usan el sol para crecer. La materia orgánica de la planta se llama biomasa y almacena a corto plazo la energía solar en forma de carbono. La biomasa es parte del ciclo natural del carbono entre la tierra y el aire.
En el concepto de biomasa no se debe incluir la turba (Combustible fósil formado de residuos vegetales acumulados en sitios pantanosos, de color pardo oscuro, aspecto terroso y poco peso, y que al arder produce humo denso), que a efectos de emisiones de CO2 equivale a un combustible fósil; además, dados los impactos ambientales derivados de la explotación de turberas, no se podría considerar energía renovable la obtenida de esta fuente de energía.
La biomasa es un tipo de energía reciclable que se produce a partir de vegetales.
La biomasa incluye:
Residuos agrícolas: Paja, orujos….
Residuos forestales: Ramas finas….
Restos de madera de las industrias forestales: astillas, aserrín….
Cultivos energéticos: Cardo (Planta anual, de la familia de las Compuestas)….
Residuos ganaderos: purines y otros excrementos del ganado.
En fin, la biomasa incluye la madera, platas de crecimiento rápido, algas cultivadas restos de animales, etc. (Neuquén, al igual que muchas de las provincias de Argentinas y de todo el mundo cuentan con estos requisitos para la formación de energía de biomasa pero no la ponen en práctica) Es una fuente de energía procedente, de último lugar, del sol, y es renovable siempre que se use adecuadamente.
La biomasa puede ser usada directamente como combustible, denominado "biocombustible".
En Neuquén, el Estado provincial y la empresa Petrobrás habían iniciado tres años atrás un proceso de investigación para lograr la producción de Biodiesel (biocombustible). Pero hasta el momento no hay novedades del proyecto.
De lo que sí hay novedades y muy positivas es de la primera plantación de colza (Especie de col, con las hojas de cuyas semillas se extrae aceite, el cual es utilizado para la producción de biocombustibles) en Plaza Huincul.
En la primera cosecha se obtuvieron rindes muy superiores a los esperados. Vale la pena recordar que esta oleaginosa es la que mejor rendimiento tiene en Europa para la producción de biocombustibles.
Nueva ley
El mayor aporte de la ley es sin duda el corte obligatorio, que implica que a partir del año 2010 todo el gasoil deberá incluir un 5% de Biodiesel, y toda la nafta un 5% de etanol. Esto significa una demanda de alrededor de 500.000 toneladas de Biodiesel y unas 200.000 de etanol.
Dado que el corte y la distribución estarán a cargo del sector petrolero (que es el que cuenta con la infraestructura de estaciones de servicio y los medios de transporte de los combustibles), las exigencias en materia de requisitos de calidad serán muy elevadas. Por eso, quien quiera incursionar en la producción de Biodiesel o etanol para el mercado nacional, deberá tener en cuenta que su cliente será Repsol YPF, Shell, Esso o Petrobrás, para señalar las más importantes.
Repsol YPF ya anunció que construirá alguna (s) planta(s). Petrobrás está en el tema en Brasil y también lo analiza para este mercado. Shell y Esso no han hablado de inversiones, así que seguramente se proveerán de Biodiesel de terceros. Pero en cualquier caso, sólo incorporarán un biocombustible de alto estándar. Así que para entrar en carrera, seguramente no quedará otra opción que instalar una planta de escala, que entregue Biodiesel de calidad. Y capacidad de negociación en este nivel.
Quizá la mejor opción, apuntando a ser proveedores del mercado de corte obligatorio, será relacionarse con la industria aceitera (involucrada en el «crushing» o molienda de oleaginosas para extracción de aceite) y proponer algún tipo de asociación. Habría buen ambiente para buscar acuerdos de provisión, joint ventures, fazón, etc., con este sector clave.
Lo importante es que debe ser un beneficio medioambiental y no generar otros problemas.
Alrededor de la mitad de la población mundial sigue dependiendo de la biomasa como principal fuente de energía. El problema es que en muchos lugares se está quemando la madera y destruyendo los bosques a un ritmo mayor que el que se reponen, por lo que se están causando graves daños ambientales: deforestación, pérdida de biodiversidad, desertificación, degradación de las fuentes de agua, etc.
También se puede usar la biomasa para preparar combustibles líquidos, como el metanol o el etenol, que luego se usan en los motores. El principal problema de este proceso es que su rendimiento es bajo: de un 30 a un 40% de la energía contenida en el material de origen se pierde en la preparación del alcohol.
Otra posibilidad es usar la biomasa para obtener biogás. Esto se hace en depósitos en los que se van acumulando restos orgánicos, residuos de cosechas y otros materiales que pueden descomponerse, en un depósito al que se llama digestor. En ese depósito estos restos fermentan por la acción de los microorganismos y la mezcla de gases producidos se pueden almacenar o transportar para ser usados como combustible.
El uso de biomasa como combustible presenta la ventaja de que los gases producidos en la combustión tienen mucho menor proporción de compuestos de azufre, causante de la lluvia ácida, que los procedentes de la combustión del carbono. Al ser quemados añaden CO2 al ambiente, pero este efecto se puede contrarrestar con la siembra de nuevos bosques o plantas que retiran este gas de la atmósfera.



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